Una oleada de manifestaciones sin precedentes se suscitó tras la violación y el asesinato de varias niñas pakistaníes
La palabra confianza fue eliminada de su vocabulario, se fue desgastando conforme sucedían asesinatos de niñas en Kasur, comunidad ubicada en la frontera de Pakistán con India. El feminicidio de Zainab fue la gota que derramó el vaso en un lugar donde que se respira coraje y rabia.
Zainab era una niña de siete años que fue encontrada en una montaña de basura después de ser violada y asesinada. Kasur parece ser el infierno en el que, lamentablemente, tienen que vivir estas pequeñas. En los últimos meses, al menos doce asesinatos han conmocionado a la población y el de Zainab fue artífice para que la gente se manifestara en busca de justicia.
Con el hashtag #JusticeForZainab, decenas de ciudadanos se manifiestan en redes sociales, para después tomar las calles pakistaníes, una muestra del hartazgo por la falta de compromiso de las autoridades para encontrar al que creen que es un asesino serial.
El retrato hablado del asesino de Zainab.
A Zainab la grabaron las cámaras de seguridad el 4 de enero cuando se dirigía a sus clases de Corán. La pequeña iba de la mano de un hombre desconocido. El caso generó indignación en Kasur, pues en los últimos meses varias niñas han sido asesinadas. Según documentos a los que tuvo acceso la BBC de Londres, en algunas de las pequeñas se encontraron restos de ADN de una misma persona.
Kasur se ha caracterizado por ser un escenario en el que la pedofilia y el abuso sexual infantil se dan al por mayor, sin que las autoridades resuelvan muchos de los casos, lo que provoca apatía en las víctimas o sus familiares, los cuales desestiman en muchas ocasiones las denuncias.
Reflejo de esto fue un escándalo suscitado en 2015, cuando cerca de 300 niñas y niños fueron filmados mientras eran violados. Los videos eran utilizados para chantajear a los familiares y así extorsionarlos con sumas de dinero que pocas veces podían conseguir.
El día del funeral de Zainab, miles se reunieron para protestar por su asesinato.
Las protestas ciudadanas rebasaron por mucho la capacidad y tolerancia de las autoridades de Kasur. Después de esperar a que la policía actuara a través de su comisaría para agilizar las investigaciones en torno al asesino de todas estas pequeñas, los ciudadanos asaltaron la comisaría y de ese enfrentamiento resultaron dos manifestantes muertos.
Las causas por las que el caso de Zainab fue reconocido y enardeció a la multitud más que cualquier otro, no es por aquel suceso de pornografía infantil. Entre otras versiones, las que más tomaron fuerza fueron las de la posición privilegiada que goza la familia de la menor en la sociedad de Pakistán. Ellos, al ser de una posición socioeconómica alta, tienen la manera de convocar a manifestaciones tanto en redes sociales como en medios de comunicación masivos.
Las madres de las menores asesinadas quieren justicia para sus hijas.
También se dice que el caso lo tomaron como bandera algunos políticos de la oposición al gobierno liderado por el partido PML-N. Todo esto tomó más fuerza en el momento en que personalidades reconocidas a nivel mundial utilizaron en sus diversas redes sociales el hashtag #JusticeForZainab, entre ellas Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz.
En el mundo, alrededor de 200 niños son asesinados diariamente. El informe mundial sobre la infancia denominado Infancias Robadas, presentado en junio del 2017 por la organización Save The Children, reveló que las causas por las que estos menores de edad mueren son por deficiencias en la salud, por asesinatos, conflictos bélicos, violencia extrema, trabajo infantil, entre otros factores.
La palabra confianza fue eliminada de su vocabulario, se fue desgastando conforme sucedían asesinatos de niñas en Kasur, comunidad ubicada en la frontera de Pakistán con India. El feminicidio de Zainab fue la gota que derramó el vaso en un lugar donde que se respira coraje y rabia.
Zainab era una niña de siete años que fue encontrada en una montaña de basura después de ser violada y asesinada. Kasur parece ser el infierno en el que, lamentablemente, tienen que vivir estas pequeñas. En los últimos meses, al menos doce asesinatos han conmocionado a la población y el de Zainab fue artífice para que la gente se manifestara en busca de justicia.
Con el hashtag #JusticeForZainab, decenas de ciudadanos se manifiestan en redes sociales, para después tomar las calles pakistaníes, una muestra del hartazgo por la falta de compromiso de las autoridades para encontrar al que creen que es un asesino serial.
El retrato hablado del asesino de Zainab.
A Zainab la grabaron las cámaras de seguridad el 4 de enero cuando se dirigía a sus clases de Corán. La pequeña iba de la mano de un hombre desconocido. El caso generó indignación en Kasur, pues en los últimos meses varias niñas han sido asesinadas. Según documentos a los que tuvo acceso la BBC de Londres, en algunas de las pequeñas se encontraron restos de ADN de una misma persona.
Kasur se ha caracterizado por ser un escenario en el que la pedofilia y el abuso sexual infantil se dan al por mayor, sin que las autoridades resuelvan muchos de los casos, lo que provoca apatía en las víctimas o sus familiares, los cuales desestiman en muchas ocasiones las denuncias.
Reflejo de esto fue un escándalo suscitado en 2015, cuando cerca de 300 niñas y niños fueron filmados mientras eran violados. Los videos eran utilizados para chantajear a los familiares y así extorsionarlos con sumas de dinero que pocas veces podían conseguir.
El día del funeral de Zainab, miles se reunieron para protestar por su asesinato.
Las protestas ciudadanas rebasaron por mucho la capacidad y tolerancia de las autoridades de Kasur. Después de esperar a que la policía actuara a través de su comisaría para agilizar las investigaciones en torno al asesino de todas estas pequeñas, los ciudadanos asaltaron la comisaría y de ese enfrentamiento resultaron dos manifestantes muertos.
Las causas por las que el caso de Zainab fue reconocido y enardeció a la multitud más que cualquier otro, no es por aquel suceso de pornografía infantil. Entre otras versiones, las que más tomaron fuerza fueron las de la posición privilegiada que goza la familia de la menor en la sociedad de Pakistán. Ellos, al ser de una posición socioeconómica alta, tienen la manera de convocar a manifestaciones tanto en redes sociales como en medios de comunicación masivos.
Las madres de las menores asesinadas quieren justicia para sus hijas.
También se dice que el caso lo tomaron como bandera algunos políticos de la oposición al gobierno liderado por el partido PML-N. Todo esto tomó más fuerza en el momento en que personalidades reconocidas a nivel mundial utilizaron en sus diversas redes sociales el hashtag #JusticeForZainab, entre ellas Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz.
En el mundo, alrededor de 200 niños son asesinados diariamente. El informe mundial sobre la infancia denominado Infancias Robadas, presentado en junio del 2017 por la organización Save The Children, reveló que las causas por las que estos menores de edad mueren son por deficiencias en la salud, por asesinatos, conflictos bélicos, violencia extrema, trabajo infantil, entre otros factores.
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