Las 5 tradiciones más extrañas del mundo

Las costumbres son una parte esencial de nuestra cultura. Unos ritos que se mantienen vivos de generación en generación y que se siguen dando en la actualidad. Pero en algunos casos estos hábitos se han convertido en unas prácticas de lo más extrañas. Por eso desde OK diario hemos querido ofrecerte una curiosa lista con las 5 tradiciones más extrañas del mundo.

Cenizas de plato principal

En Brasil y Venezuela, zonas en la que habita la tribu Yanomami, las personas suelen ingerir las cenizas de sus propios muertos. Una tradición sagrada con la que consideran que quedará salvada el alma de dicha persona. Cabe destacar que es una ingesta en la que participan todos los familiares, incluso los niños.

Pies vendados

En China tiene lugar una de las tradiciones más dolorosas que existen en la actualidad. Nos referimos a los pies vendados, una técnica milenaria por la que se recubre fuertemente los pies de las niñas con unas vendas para impedir que les crezca el pie. Cabe destacar que este hito se practica cuando las chicas tienen sólo 4 años de edad. En Asia, tener los pies pequeños es un símbolo de belleza, y es en este aspecto en el que se fundamenta esta cruel tradición.

A escupitajo limpio

Si nos desplazamos hasta África podremos conocer la increíble tradición de los Masai, una tribu que tiene como costumbre escupir a sus conocidos. Parece una broma, pero escupir se considera una muestra de enorme respeto entre sus habitantes. Incluso es obligatorio escupirse la mano para tendérsela a cualquier anciano para respetar la sabiduría.

Las mujeres jirafa

Tailandia es un país arraigado en las costumbres y una de ellas se fundamenta en que las mujeres deben tener los cuellos largos. Por ello se colocan unos relucientes aros dorados en esta parte del cuerpo con el fin de seguir los cánones de belleza de la zona. 

Ataúdes en suspensión

En algunas zonas de Indonesia, China y Filipinas, los habitantes tienen la costumbre de colgar los ataúdes de sus familiares en cuevas, acantilados o montañas muy altas. Una tradición con la que buscan proteger el alma de sus fallecidos y alejar sus cadáveres de los animales feroces.