martes, 30 de enero de 2018

El resumen de los mejores libros de Gabriel García Márquez para quienes no los han leído


A pesar de que la obra de García Márquez comprende un poco más de una docena de volúmenes, con estos libros basta para decir que lo conoces un poco.

Como precursor del realismo mágico. Como un periodista que decidió volverse escritor. Como el autor que con su Nobel hizo que la Literatura latinoamericana se estancara en un sueño post-boom. Para recordar a Gabriel García Márquez hay muchas opciones, lo cierto es que —a pesar de sus detractores, si es que los hay— la mejor de todas es esa figura que ya forma parte de nuestra identidad latinoamericana; probablemente ésa es la razón principal por la que ocupa un lugar privilegiado en nuestras mentes. Todos hemos oído hablar de él, si no en los medios, alguien por alguna razón lo habrá mencionado en alguna charla casual. Pero lo que más nos importa es si en realidad todas las personas que le recuerdan constantemente han leído al menos uno de sus textos más significativos.



No es un caso aislado el que, en medio de una nube de intelectualidad difícil de controlar, alguien asegure que ha leído a aquél a quien igualadamente llama "El Gabo" —porque, sí, así le llamaban sus amigos, mas no cualquiera que lo viera pasar por la calle—, aunque no haya tocado ni siquiera uno de esos pequeños libros escolares en los que viene el resumen de cualquiera de sus novelas. Ya sea por tiempo, desidia o falta de ganas, la verdad de todo esto es que el número de lectores de García Márquez es reducido a pesar de que su nombre resuene en cada salón y biblioteca de Latinoamérica.

Para quien no quiera dejar atrás esa nube de intelectualidad, los siguientes "micro-resúmenes" pueden ser incentivo para que se acerquen —esta vez de una manera sincera— a la obra de este narrador colombiano, y si no, al menos que dicha atmósfera no se rompa en cuanto confundas tramas o personajes de una u otra novela.


La hojarasca
(1955)

Es a partir de su primera novela que García Márquez comienza a introducir al público a todos los personajes de su célebre Cien años de soledad. Quien aparece en esta ocasión es el querido Coronel Aureliano Buendía, mismo que al enterarse del suicidio del doctor de la comunidad de Macondo ─también escenario del libro antes citado─, siente la necesidad de darle un funeral digno aun a expensas de que el pueblo entero se niega a otorgarle el descanso eterno debido a que fue un mal hombre.

Los recursos más notables de esta novela son sus saltos y juegos con el tiempo, lo que de repente nos hace dudar de si lo que estamos leyendo es un asunto presente o pasado.




El coronel no tiene quien le escriba
(1961)

La necedad y la esperanza son dos aspectos de la sensibilidad humana que se mezclan en esta novela cuya historia no gira alrededor de un Coronel, sino de un gallo de pelea. Al no recibir pensión por parte del gobierno de su país, este veterano de la Guerra de los Mil días decide criar al emplumado protagonista para hacerlo luchar en las festividades de enero y así obtener ingresos suficientes para llevar sustento a casa.

Es la mujer del Coronel quien le insiste en vender o comerse al gallo, no obstante, consciente del potencial de su amado animal, el veterano simplemente se niega y busca todas las formas de alimentar a su mascota ganadora para lograr su objetivo. Al final, ante la temerosa pregunta de su esposa sobre qué comerían si el animal pierde la batalla, el hombre ─muy seguro de sí mismo─ contesta: «Mierda».



Cien años de soledad
(1967)

Se trata de nada menos que el libro que le valió a su autor el Nobel de Literatura en 1982. Para muchos resulta complicado debido al entramado de nombres y parentescos retratados en la novela ─hay quienes prefieren comprar las ediciones que incluyen entre sus páginas algún árbol genealógico o al menos una guía con los nombres de cada uno de los integrantes de la familia Buendía. A través de siete generaciones, la emblemática familia vive sabiendo ─gracias a una serie de pergaminos─ que su estirpe llegará a su fin.

Uno de los aspectos más importantes en esta novela es la forma en la que se cumplen las diferentes premoniciones que rodean a la familia; desde el nacimiento de un niño con cola de marrano, hasta la desaparición del clan, absolutamente todas eran profecías que el pueblo o bien un grupo de gitanos harían a cada Buendía por separado. Con esto, García Márquez también nos ofrece de una u otra forma su propia versión de los oráculos griegos encarnados en la gente común de una localidad costumbrista.




Crónica de una muerte anunciada
(1981)

De todas las novelas de García Márquez, es precisamente ésta la que retrata a la perfección su formación como periodista. Retomando la narración de un crimen que de verdad ocurrió en 1951, el autor desarrolla la historia de Santiago Nasar, quien es asesinado apenas unos minutos después de enterarse de que aquella tarde los hermanos Pedro y Pablo Vicario iban a matarlo por arrebatar la virginidad de su hermana recién casada.

La construcción de la novela es uno de los aspectos más curiosos del libro, pues comienza justo con la muerte de Santiago y se desarrolla hasta llegar de nuevo al principio. De nuevo éste es uno de los juegos temporales con los que García Márquez impregnaba sus obras de ese realismo mágico del cual no sólo fue parte sino también miembro fundador.



El amor en los tiempos del cólera
(1985)
A pesar del éxito editorial que supone Cien años de soledad, nos atrevemos a decir que debido a la adaptación cinematográfica que el director Mike Newell hizo en 2007, esta novela es hoy una de las más famosas de García Márquez. La sola idea de que el amor puede ser posible a pesar de cincuenta años de espera es ya garantía de éxito ante un público sediento de historias rosas en las que dicho sentimiento puede vencerlo todo.



Del amor y otros demonios
(1994)

La historia se sitúa en los años de la Santa Inquisición, cuando cualquier enfermedad podía ser confundida con una posesión demoniaca. En el caso de la Sierva María de Todos los Ángeles, dicho padecimiento fue la rabia provocada por una mordedura de perro. Sin importar que hubiese un severo brote de esta enfermedad en el pueblo de Santa Clara, el obispo ordena para la sierva una serie de exorcismos que terminan en una pasión desenfrenada.

El padre Cayetano Delaura —encargado de los exorcismos— y María terminan locamente enamorados, así que utilizando el ritual como pretexto, la pareja se ve a escondidas para saciar su necesidad del otro. Sin embargo, el obispo descubre al padre extasiado con las prendas de María, por lo que es enviado a cuidar leprosos para siempre.

Ante la ausencia de su amado, María deja de comer hasta que finalmente muere. El realismo mágico de García Márquez queda expuesto cuando la sierva es encontrada muerta por su guardiana, quien incluso pudo ver cómo le crecía el cabello.




Memoria de mis putas tristes
(2004)

¿Qué pasaría si encuentras el amor a una edad en la que la única aventura que tienes asegurada es tu propia muerte? La respuesta a esta pregunta se encuentra en la última novela de Gabriel García Márquez, quien comienza su historia en el noventa aniversario de un periodista que encuentra al amor de su vida en la ciudad de Barranquilla, el acercamiento que no estaba destinada a ser un asunto serio poco a poco se va convirtiendo en una relación amorosa y casi obsesiva entre un viejo y una niña que vende su cuerpo para ayudar a su familia.



Aunque nadie debería fanfarronear acerca de lo que ni siquiera ha leído, es un hecho que pocas personas son las que de verdad se comprometen a leer todo aquello de lo que presumen. Sin embargo, tras una breve revisión de los temas que García Márquez aborda en sus libros, sobrarán razones para leer su obra... al menos eso esperamos.

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