Sin que se den cuenta, son amarrados de manos y pies con estos alambres para ser esclavizados
Había alrededor de una docena de hombres listos para ser subastados al mejor postor. ¿Su valor? 400 dólares cada uno. Son nueve las localidades de Libia que están listas para realizar, por lo menos cada mes, una subasta de migrantes africanos que se convertirán en esclavos en este país.
Al saberse en peligro, muchos de estos hombres prefieren tomar lo poco que tienen e irse a un lugar que les suponga menos peligro, sin saber que el dolor y la miseria están a punto de convertirse también en parte de su vida diaria, incluso sin salir de su propia nación.
El común denominador de los migrantes africanos esclavizados en Libia es el maltrato físico, la tortura, un infierno del que muy pocos tienen la suerte de sobrevivir y quienes lo hacen, prefieren no contar lo que vivieron con tal de olvidar lo sucedido lo más rápido posible.
Migrantes esperan en los centros de detención a que los regresen a sus hogares no sin antes ser esclavizados.
Había alrededor de una docena de hombres listos para ser subastados al mejor postor. ¿Su valor? 400 dólares cada uno. Son nueve las localidades de Libia que están listas para realizar, por lo menos cada mes, una subasta de migrantes africanos que se convertirán en esclavos en este país.
Al saberse en peligro, muchos de estos hombres prefieren tomar lo poco que tienen e irse a un lugar que les suponga menos peligro, sin saber que el dolor y la miseria están a punto de convertirse también en parte de su vida diaria, incluso sin salir de su propia nación.
El común denominador de los migrantes africanos esclavizados en Libia es el maltrato físico, la tortura, un infierno del que muy pocos tienen la suerte de sobrevivir y quienes lo hacen, prefieren no contar lo que vivieron con tal de olvidar lo sucedido lo más rápido posible.
Migrantes esperan en los centros de detención a que los regresen a sus hogares no sin antes ser esclavizados.
Félix Efe se lo contó a la BBC: «nos metieron en una camioneta y nos llevaron a una granja. Allí trabajamos cultivando cebollas. No nos daban de comer». Quizá esto sería lo menos terrible que le pasaría a Félix, pero mientras más hablaba, la historia se iba pareciendo más a un infierno.
Muestra las cicatrices que la esclavitud le dejó en las manos y en la cintura. Sin darse cuenta, le amarraban las manos con un alambre de púas, elemento que también utilizaban para imposibilitarle los pies.
Aquellos migrantes que logran llegar a países como Italia para solicitar refugio, son canalizados a centros de detención en Libia por tiempo indefinido. Es justo ahí en donde los esclavizan. A muchos de ellos los tienen cultivando cebollas o calabazas sin recibir alimento en semanas.
Los migrantes sufren la esclavitud en Libia sin que nadie los ayude.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló que actualmente hay entre 700 mil y un millón de inmigrantes en Libia y que aquellos que logran cruzar el Mediterráneo son vendidos como esclavos, tal y como le pasó a Félix.
Después de haber sido revelado el trabajo de la BBC, las autoridades de Libia indicaron que el problema para ellos es conocido, pero que necesitan sin duda de la ayuda internacional para poder erradicarlo o, por lo menos, disminuirlo.
«Conocemos sobre las subastas de esclavos y las vamos a investigar, pero le pedimos a la comunidad internacional que se intensifique en un espíritu de responsabilidad y cooperación conjunta para ayudar a Libia», aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores del país africano. Esa cooperación internacional que solicitaron los libios llegó cuando desde agosto del 2017, la Unión Europea comenzó a colaborar con Libia para limitar la migración por el Mediterráneo, funcionando de alguna manera como un país tapón.
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