domingo, 31 de diciembre de 2017

La Universidad de Utah debe detener a sus experimentadores perversos de animales


Nuevos documentos revelan que la Universidad de Utah ha violado repetidas veces leyes federales de bienestar animal y normas que regulan el tratamiento de animales en sus laboratorios. Estos imperdonables incidentes han provocado el sufrimiento y muerte de monos, conejos, corderos, ratas y ratones. A pesar de que los experimentadores han ignorado vergonzosamente aún las mínimas normas que ofrecen cierta protección a los animales, han eludido sanciones, y a la universidad se le ha permitido mantener los fondos de los contribuyentes despilfarrados en experimentos mal practicados que lastiman y matan animales.



Un cordero muere en un experimento sin aprobación

El 6 de abril de 2017, un cordero de 2 meses de edad fue víctima del perverso experimentador Kurt Albertine, según informes. A este bebé se lo sometió a una prueba de funcionamiento pulmonar, pero Albertine nunca tuvo la aprobación para realizar este procedimiento por parte del comité de supervisión del uso de animales de la universidad. Dicha aprobación es obligatoria para todos los experimentos. Albertine tampoco estaba autorizado a usar la droga metacolina, que puede causar arritmia cardíaca. Casi inmediatamente después de administrársele la droga, el cordero comenzó a tener dificultad para respirar, y murió. La autopsia indicó que la causa de la muerte fue un paro cardíaco. Una investigación interna posterior por la universidad reveló que al menos 20 otros corderos han sido obligados a sufrir este procedimiento experimental no aprobado.


A pesar de estas violaciones de la política de la universidad y de las regulaciones federales, a Albertine se le ha permitido quedarse con una subvención de $449.072 de dinero de los contribuyentes, que recibió de Institutos Nacionales de Salud.
Un mono es torturado y asesinado en el laboratorio de Alessandra Angelucci


El 21 de diciembre de 2015, un mono tití padeció una cirugía extenuante, altamente invasiva y una sesión de grabación neurológica, en el laboratorio de Alessandra Angelucci. El personal del laboratorio intentó durante tres horas encontrar una vena para poder insertar un catéter IV en el mono para administrarle fluidos, procedimiento estándar y a menudo simple al inducir la anestesia. Cuando no pudieron lograrlo, los experimentadores (que no son veterinarios) atolondradamente decidieron proseguir con sus planes quirúrgicos de todos modos, como remover una porción del cráneo del mono e insertar electrodos en su cerebro. Durante los períodos en que estaba despierto para la grabación neurológica invasiva, se le inyectó dolorosamente varias veces ketamina, que es lamentablemente inadecuada para el dolor, y un agente paralizante para frenar el movimiento ocular. Luego de la torturante cirugía y sesión de grabación que duró 14 horas, fue tirado dentro de su jaula, donde el personal del laboratorio informó que estaba atontado y no comía ni bebía. Murió en menos de 24 horas.


Un veterinario de PETA analizó los registros de este incidente y concluyó que el mono “sin duda alguna sufrió como consecuencia directa de los experimentadores, quienes causaron su muerte debido a la impropia administración de drogas anestésicas, falla en la administración de apoyo fisiológico apropiado durante y después de la anestesia, falla en mantener la temperatura corporal… y falla en la provisión de anestesia adecuada para procedimientos dolorosos.”


En septiembre de 2017, el USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) encontró que este incidente constituía una violación “crítica” a la Ley Federal de Bienestar Animal, la violación más grave que un inspector puede identificar. Pero hasta ahora, a la Universidad se le ha permitido conservar todo el dinero federal que le fue asignado para este proyecto, a pesar de haber quebrantado la ley, haber arruinado una cirugía y asesinado a un mono por negligencia.

En solo un reciente año, los crueles experimentos de Angelucci le costaron a los contribuyentes $510.000.


Dos conejos padecen eutanasia 'prolongada' en el laboratorio de Robert Marc

Personal del laboratorio de Robert Marc planeaba matar a dos conejos colocando a cada uno en una caja y llenándolas luego con isoflurano, un inhalante comúnmente usado para inducir la anestesia. Después de 20 minutos, uno de los conejos seguía con vida sin signos de muerte inminente. Entonces decidieron matar al conejo con uretano, agente cancerígeno, claramente etiquetado “inaceptable” por las Pautas para la Eutanasia de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA), porque causa una muerte dolorosa y prolongada. Entonces procedieron a usar la misma técnica inhumana para matar al segundo conejo.

En solo un año de financiamiento, los experimentadores de Robert Marc recibieron $543.711 de dinero de contribuyentes.


Muerte por hielo seco y calor

Ni las ratas ni los ratones reciben protección legal bajo la Ley de Bienestar Animal (AWA). Previsiblemente, esta situación del “todo vale” crea una situación en que los experimentadores pueden descuidadamente dañarlos y asesinarlos. En una ocasión, un experimentador de la Universidad de Utah subió intencionalmente la temperatura del ambiente donde estaban los ratones a 98 grados, sin permiso del comité de supervisión de la facultad (las razones no están explicadas en el documento). Personal del laboratorio encontró a 18 ratones, albergados en jaulas abarrotadas y sofocantes, muertos por golpe de calor. En otro laboratorio en el campus, un número desconocido de ratones fueron deliberadamente asesinados con hielo seco. El gas de dióxido de carbono gradualmente desplazó al oxígeno en el contenedor en que se encontraban los ratones. Este método de eutanasia, en que los animales se asfixian lentamente, está expresamente prohibido por la política del campus y las normas de subsidios federales.



Los ratones en estos incidentes fueron usados en proyectos que recibieron un total de más de $1 millón de dólares de dinero de contribuyentes en un solo año. Si bien los experimentadores violaron normas federales y asesinaron animales de manera cruda, a la universidad se le permitió quedarse con financiación de los contribuyentes para estos proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario