La búsqueda del respeto por los derechos animales cada vez se hace más grande en nuestra sociedad, tal vez como una forma de compensar el desplazamiento al que han sido sometidos por el desarrollo del ser humano.
Desafortunadamente aún son muchos los casos de maltrato y abandono que irónicamente son acolitados por la misma sociedad que dice ser amante de las mascotas, pero que ignora a los miles de animales que deambulan en malas condiciones por las calles de las ciudades más grandes, donde se supone que hay más conciencia alrededor de estos asuntos.
Negro es uno de los que ha sufrido el rechazo de la sociedad y que ahora se ha convertido en la primer mascota en interponer una acción de tutela, buscando que se le respete el derecho a la vida y que sea atendido de forma eficaz, bajo el argumento de que en Colombia los animales ya tienen derechos.
El perrito criollo fue encontrado en pésimas condiciones por una familia que no tiene los suficientes recursos para garantizar su atención veterinaria, por lo que la organización Santander por Naturaleza, encabezada por Luswing Mantilla, se ha ingeniado la forma de hacer que Negro firme el documento con su propia pata.
Este alegato está fundado en que el canino posee una fractura doble de cadera y fue encontrado enlodado y en abandono, dejando la eutanasia como primera salida lógica, aunque se pretende que el Estado responda y garantice su derecho a vivir.
"Es un perrito que fue encontrado en medio del lodo y de las piedras; tienen una fractura de cadera; está condenado a morir", informó el exsubdirector de la Car Corporación de Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB para Caracol Radio.
Casos como este, que se presentó en Bucaramanga y no tienen historial alguno en el país, dejan en alto la labor de muchas personas que dedican su vida a tratar de ayudar en esta causa tan controversial, cuyo sustento legal aún está en camino de construcción dentro de la legislación colombiana.
Bogotá es una de las ciudades que más se preocupa por prestar atención a los animales que se encuentran en condiciones vulnerables en sus calles, por medio de la creación del Instituto de Bienestar y Protección animal, que ha dispuesto de, por ejemplo, un centro de urgencias veterinarias para atender exclusivamente a animales callejeros o en un evidente maltrato.
Estaremos pendientes ante cualquier desarrollo de este novedoso caso, que debe ser resuelto por las entidades competentes en el tiempo que estipula la ley.
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