No sólo se verá afectado el nivel del mar, también habrá otras formas sobre la manera en que el cambio climático nos afecta.
«Los humanos solían mirar el clima para profetizar el futuro. En adelante, veremos en su ira la venganza del pasado».
David Wallace-Wells, científico.
Apenas en marzo de este año, el Polo Norte impuso un nuevo récord de bajos niveles de hielo marino. Los científicos tradujeron esto como una señal del sobrecalentamiento del planeta, pero, al parecer, no es lo único que debe preocupar a los habitantes del mundo.
Un estudio publicado por la revista New York, indicó que la hambruna, las guerras, las crisis económicas y un sol extremadamente caliente, también forman parte de las maneras en las que el cambio climático hará inhabitable la Tierra antes de lo que esperamos.
Calentamiento del océano. (Foto: Diario de Náutica)
En marzo, cuando ocurrió el deshielo de algunas partes del Polo Norte, también se derritió parte del permafrost que cubre una bóveda de semillas en Svalbard, Noruega. Ese lugar, conocido también como Doomsday (igual que el reloj del Juicio Final), es un banco de alimentos diseñado para que la agricultura sobreviva a cualquier catástrofe.
Aunque lo preocupante no es que el cambio climático haya derretido parte de la protección de esta bóveda, sino lo que poco a poco está provocando. Al derretirse, libera una cantidad de carbono que al evaporarse se convierte en metano, 34 veces más poderoso que una capa de calentamiento de gases. Esa también es una forma en la que el cambio climático está acabando a la Tierra.
El cambio climático en el Polo Norte. (Foto: Ecología Verde)
«La mayoría de la gente habla como si Miami y Bangladesh tuvieran todavía la posibilidad de sobrevivir», enunció David Wallace-Wells, autor del estudio publicado en la revista New York. «Decenas de miles de refugiados climáticos lanzará el mundo debido a los altos niveles del mar, sin embargo, esto será inútil, pues la probabilidad de morir no cambia al ritmo del mar», aseveró el científico.
Otra de las formas para acabar con la Tierra sería a través de la temperatura. Los humanos, dice Wallace, somos motores de calor. Para sobrevivir tenemos que refrescarnos continuamente. Para eso, la temperatura debe ser lo suficientemente baja como para que actúe como un tipo de refrigerante, sacando el calor de la piel para que siga bombeando.
En Costa Rica, por ejemplo, la humedad supera el 90 por ciento y moverse al sol, a una temperatura normal de 40 grados centígrados, sería mortal.
El cambio climático es una preocupación mundial. (Foto: Rotativo de Querétaro)
El estudio también reveló que la sequía podría ser un problema mayor que el calor y que en el desierto se deberían comenzar a tomar medidas preventivas para cuando ya no se pueda producir tierra fértil de manera óptima. Para el año 2080 se prevé que el sur de Europa sufrirá sequía extrema y permanente. Lo mismo ocurrirá en Irak, Siria y gran parte del Medio Oriente.
El mar también se convertirá en asesino, según el estudio. Al final del siglo, el nivel del mar alcanzará tres metros más de lo que ahora registra. Dice Wallace que de tantos desastres naturales, los seres humanos se habituarán a llamarlos “clima”, aunque esto no será por mucho tiempo, pues la Tierra no vivirá mucho cuando eso pase.
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