lunes, 19 de febrero de 2018

Ingresó a la universidad y se doctoró sin haber ido nunca al colegio, la historia de Tara Westover


Para ingresar a una universidad, el requisito tradicional es una certificado de estudios secundarios. O al menos eso es lo que se creía hasta que Tara Westlover se hizo conocida por su peculiar historia: ingreso a la prestigiosa Universidad de Cambridge y se doctoró sin haber pasado por un colegio convencional. ¿Cómo lo hizo?

La historia de Tara comenzó en Idaho, Estado Unidos, una zona rural donde algunos de sus habitantes pertenecen al “sobrevivencialismo”, un movimiento que se prepara constantemente para sobrevivir ante una posible alteración del orden político o social y que pensaba que las escuelas eran parte de un plan del gobierno para lavar el cerebro a las personas.



Como era de esperarse, la familia de Westlover era fiel seguidora de este movimiento. Controlaban su vida y cualquier contacto que tuviera con el mundo exterior.

Su padre, por temor a sufrir posibles ataques de los agentes federales, compraba poderosas armas capaces de derribar un helicóptero. "Era una vida dura, violenta y autosuficiente", explicó Sean Coughlan, un corresponsal de la BBC que entrevistó a Tara.

En ese contexto, nunca fue al colegio y su infancia transcurrió cabalgando en las montañas y trabajando en un lugar de venta de chatarra. Asimismo, contó que el hecho de que sus padres la eduquen en casa era solo un pretexto para aislarla de cualquier enseñanza proveniente del exterior.

Sin embargo, en aquella época no le parecía extraño no asistir a la escuela como los otros niños.

"Pensaba que los demás estaban equivocados y que nosotros estábamos en lo correcto. Creía que eran espiritualmente y moralmente inferiores. Estaba convencida de que era a ellos a los que les estaban lavando el cerebro y no a mí ", contó Tara.

Así, pasó el tiempo, “autoeducándose” en casa con libros afines a las creencias de su familia, quienes le decían que cualquier persona podía aprender lo que quisiera si se lo proponía.

Aprendió a leer y escribir, pero jamás vio nada de historia, geografía, literatura o algo que tuviera que ver con el mundo exterior.


"'Te puedes educar a ti misma mucho mejor que cualquier otra persona, me decían", contó Tara. Curiosamente, fue este pensamiento el que la llevó a comprar otro tipo de libros a escondidas, para conseguir el conocimiento necesario para ingresar a una universidad.

Y así lo hizo, a los 17 años ingresó a la Universidad de Harvard, en Massachusetts, no obstante, la experiencia la aterrorizó en un inicio, pues era como pasar de un mundo a otro.

"Era como un animal del bosque. Vivía en estado de pánico todo el tiempo. La sala de clases me parecía aterradora. Nunca antes había estado en una", recordó.

Poco a poco comenzó a adaptarse, a adquirir nuevos conocimientos y a probarse a sí misma que era capaz de enfrentar el desafío.

Más tarde, ingresaría a la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, donde obtuvo un doctorado a sus 27 años, sin nunca haberse graduado de la secundaria.

Actualmente está separada de sus padres y de su religión. Y reconoce que dejar de lado sus creencias fue "una experiencia traumática".

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