Si sientes que tu mente se niega a funcionar correctamente, que las palabras adecuadas huyen de tus labios… si sientes que tu pobre cerebro está a punto de explotar… Pues, amigo, estás en un estado de estrés, sin lugar a dudas. Pero no te preocupes. Estos sencillos consejos que propone la terapeuta Victoria Nazarevich, te ayudarán a sobrellevar ese momento difícil y superarlo sin mayores contratiempos. ¡Solo tienes que tomar una hoja de papel, un lápiz y comenzar a dibujar! ¡El resultado es sorprendente! En muy poco tiempo comenzarás a sentir, como te invade una sensación de paz y armonía, que logrará poner tus pensamientos en su lugar. ¡Solo haz un intento y lo verás!
Así que, cuando te sientes de forma extraña, empieza a dibujar, siguiendo las recomendaciones que vienen a continuación:
Si te sientes cansado: dibuja flores.
Si estás enojado: dibuja líneas.
Si sientes dolor: esculpe.
Si estás aburrido: llena una hoja con colores diferentes.
Si estás triste: dibuja un arcoíris.
Si sientes miedo: teje macramé o elabora aplicaciones de telas.
Si sientes angustia: haz una muñeca de trapo.
Si estás indignado: rompe el papel en pedazos pequeños.
Si estás preocupado: elabora un origami.
Si te sientes tenso: dibuja patrones diferentes.
Si necesitas recordar alguna cosa: dibuja laberintos.
Si estás decepcionado: haz una réplica de una pintura.
Si estás desesperado: dibuja caminos.
Si necesitas entender algo: dibuja mándalas (diagramas complejos).
Si necesitas restablecer las energías: dibuja paisajes.
Si quieres entender tus sentimientos: dibuja un autorretrato.
Si es importante recordar tu estado: dibuja manchas de colores.
Si necesitas sistematizar tus pensamientos: dibuja celdas o cuadrados.
Si quieres entender tus deseos: haz un collage.
Si quieres concentrarte en tus pensamientos: dibuja usando puntos.
Para encontrar la solución óptima a una situación: dibuja olas y círculos.
Si sientes que estás estancado y necesitas seguir adelante: dibuja espirales.
Si quieres concentrarte en una meta: dibuja túneles en cuadrículas y un espacio en blanco que es la salida o la meta final.
Muchas veces solo necesitamos un pequeño empujoncito para que nuestra mente comience a funcionar y encuentre los caminos para seguir avanzando en la solución de problemas. A veces, el mismo cerebro busca la forma de calmarse y relajarse: entonces con un lapiz y papel en mano, comenzamos a dibujar, inconcientemente, extrañas formas. El cerebro es un órgano muy complejo, que funciona gracias a los impulsos nerviosos, por eso un poco de estímulo siempre será bienvenido…
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