viernes, 16 de marzo de 2018

Esta cachorra de tigre pertenecía a un circo ambulante y cuando la rescataron lucía así


Aasha es una tigresa de Bengala que estuvo en las manos de un circo ambulante hasta que tuvo nueve meses de edad. Fue rescatada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que la dejó en las manos de Vicky Keahey, fundadora del refugio para animales salvajes In-Sync Exotics, ubicado en Texas. Lo que más llamaba la atención era su bajo peso: con tan sólo 13 kilogramos pesaba lo mismo que un cachorro de tres meses.


El historial de Aasha no era alentador: además de ser procedente de un circo, tenía que compartir su jaula con un tigre más grande que ella que la agredía constantemente.

También era evidente que algo estaba mal en su pelaje, pues tenía varias manchas con su piel expuesta y heridas abiertas, presuntamente causadas por su anterior compañero de jaula.

Una consulta veterinaria reveló que la pérdida de pelo se debía a que Aasha padecía de tiña, una enfermedad causada por la presencia de parásitos en la piel.

Para curar este padecimiento, Vicky tenía que darle medicamentos dos veces al día a Aasha, así como un baño especial. Y aunque al principio sentía tanto miedo por el agua que huía en cuanto podía, no tardó en acostumbrase.
Incluso se convirtió en una nadadora experta.

Después de ocho semanas el tratamiento dio resultados y Aasha empezó a lucir como una gran tigresa.


Luego se dio la oportunidad de que Aasha conociera a Smuggler, un tigre tres veces más grande que ella.


Y esta vez todo fue diferente con su nuevo compañero de jaula.




Después de ser una cachorra víctima del maltrato y la negligencia, creció para convertirse en una tigresa sana, saludable y… acuática.



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