lunes, 9 de abril de 2018

¿Existe el suicidio en animales?


El suicidio es una de las causas de muerte no natural más comunes y traumáticas, cobrándose una gran cantidad de víctimas cada año. Se trata de un tipo de conducta autodestructiva que ha preocupado al ser humano desde la antigüedad, generando una profunda investigación al respecto desde ámbitos como la psicología o la medicina, buscando las causas y las maneras de evitar que el ser humano busque de manera activa su propia muerte. Pero este tipo de conducta no se ha visto solo en seres humanos.

Se han documentado numerosos casos de animales que han provocado de algún modo su propia muerte. ¿Estas muertes son producto de la voluntad de morir? ¿Existe el suicidio en animales? En este artículo vamos a hacer una breve reflexión al respecto.



Se entiende como suicidio la realización de una conducta o serie de conductas que tienen como objetivo provocar la propia muerte. Generalmente quien lo lleva a cabo tiene la intención de evitar el sufrimiento ante una situación ante la que no se ven con suficientes recursos para manejar, si bien los motivos por los que alguien decide quitarse la vida pueden ser múltiples.

El suicidio es una acción que supone la voluntad del propio ser para propiciar el fin de su existencia, habiendo intención activa de que la conducta emitida conduzca a la muerte. Es necesario tener en cuenta el concepto de muerte, saber que podemos morir y que tenemos la capacidad de autogenerarnosla. Por lo tanto supone cierto nivel de abstracción, y también de planificación. También supone la existencia de un yo que quiere morir, es decir de algún tipo de autoconciencia de uno mismo como ser.


Estos aspectos a menudo han hecho dudar a los expertos de la posibilidad de que exista o no el suicidio en el mundo animal, al no existir evidencia de que posean todas estas capacidades. Sí que se ha observado que múltiples especies reaccionan a la muerte de sus semejantes con angustia y pesar, pero se desconoce si son conscientes de su propia mortalidad y que su conducta puede llevar a ella.

¿Existen casos de suicidio en animales?

Existen numerosos casos de suicidios animales a lo largo de la historia, o al menos de fenómenos que se han identificado como tales. Ya desde la antigüedad, podemos ver como diferentes escritos documentan el fallecimiento de perros por inanición tras la muerte de sus dueños (algo que sigue sucediendo hoy en día).

En tiempos más recientes, en 1845 se publicó en la Illustrated London News un caso en el que un perro, que había dado muestras de un comportamiento decaido con anterioridad, se había lanzado al agua de un parque sin pretender nadar, dejando las patas quietas con el supuesto fin de hundirse. El can fue rescatado, pero tras ello volvió a intentarlo. Tras varios intentos finalmente el perro se hundió y murió. El mismo tipo de conducta se ha observado en otros animales, como en patos o pingüinos que han perdido a sus parejos o delfines que han dejado de respirar (en estos seres la respiración no es semiconsciente como en nosotros sino consciente y voluntaria).

Otro de los ejemplos típicos es el de los lemmings, de los cuales se ha documentado un supuesto suicidio en masa cuando existe superpoblación. Sin embargo, lo cierto es que dicho suicidio masivo no es tal sino que es algo que podría producirse de manera accidental al intentar estos animales migrar de forma masiva hacia zonas con disponibilidad de alimento y toparse con diferentes accidentes geográficos. Estarían intentando encontrar alimento, avanzando con dicho propósito y no con la idea de matarse. De hecho, se especula que en realidad la imagen que todos tenemos de estos roedores despeñándose por un precipicio fue un montaje, no estando clara su fiabilidad.


Por último, la muerte de ballenas varadas en la orilla de la playa también es considerada por muchos como suicidio, si bien puede deberse a enfermedades.
Muertes autogeneradas

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